TRES RAZONES PARA ORAR

18.10.2022

"TRES PODEROSAS RAZONES PARA ORAR"

(DEUTERONOMIO 9:6-29; 10:1-11)

(POR PASTOR EMILIO BANDT FAVELA)


LA ORACIÓN ES EL MAYOR RECURSO DE GRACIA CON QUE CONTAMOS.

  • En julio de 1994 me encontraba en la ciudad de Toluca, México, para las reuniones de la Convención Nacional. En esa ocasión el instituto anual para pastores fue muy concurrido porque en esa semana se entregarían los registros como Asociación Religiosa por parte de la Secretaría de Gobernación a un buen número de iglesias bautistas.Recuerdo que una de las conferencias era sobre la vida de oración del siervo de Dios. Se nos hizo una encuesta que deberíamos contestar en forma anónima y era una sola pregunta: ¿Cuánto tiempo invierte usted en oración cada día? Contestamos y entregamos el papel a un equipo que se encargó de sumar los minutos y sacar un promedio de acuerdo al número de asistentes. El resultado nos dejó boquiabiertos pues el promedio que pasa un pastor mexicano cada día en oración es de tres minutos y medio.
  • En mi entender, el pastor es la persona que más tiempo debe pasar en oración, pero lo cierto es que es muy pobre nuestra vida de comunión con el Señor.
  • Por otro lado, también entiendo que no sólo los pastores deben orar sino todos los que formamos el pueblo de Dios. Así que si usted es hijo de Dios tiene también el santo deber de orar. Cabe entonces la misma pregunta: ¿Cuánto tiempo dedica a la oración cada día?
  • No sé cómo, pero el diablo se las ha ingeniado para hacer que las iglesias de hoy se olviden de la oración y el ayuno como fórmula de poder.
  • Pocos, muy pocos, casi nadie, ayuna regularmente. Muchos esperan que Dios les mueva a hacerlo, pero lo cierto, es que nunca lo hacen y permanecen fríos e indiferentes. No desean tomar el yugo del Señor sobre ellos.
  • Moisés ayunó varias veces 40 días y 40 noches y su rostro resplandecía. Josué David y Samuel también ayunaron. Josafat, Elías, Esdras, Nehemías, Ester y Daniel son bien conocidos por sus ayunos. Pablo también estaba convencido de que el ayuno es una estrategia poderosa establecida por Dios.
  • No es posible recibir poder para la iglesia de Cristo de otro modo.
  • A Martín Lutero se le criticó por ayunar demasiado. Juan Calvino oró y ayunó hasta que la mayor parte de Ginebra se convirtió a Cristo. John Knox ayunó y clamó a Dios hasta que la reina María le dijo que temía más a sus oraciones que al ejército de Escocia. Jonathán Edwards era poderoso en el ayuno y en la oración hasta que sacudió a Nueva Inglaterra para Dios.
  • Meditemos juntos en el ejemplo de Moisés como un varón de Dios de oración y veamos sus tres poderosas razones para orar.

1º DEBEMOS ORAR PARA RECIBIR REVELACIÓN. (9:6-11).

  • Observemos que dos veces Moisés menciona que estuvo en santa expectativa por cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan y sin beber agua. Él estaba esperando que el Señor le diera las dos tablas de piedra en las cuales el mismo Señor había de escribir con su dedo los Diez Mandamientos.
  • Moisés estuvo en oración y ayuno todo ese tiempo. ¿Por qué? Porque para él era sumamente importante y honroso recibir la revelación de los estatutos de Dios.
  • Así como él, nosotros también debemos buscar la dirección de Dios para nuestras vidas. Ciertamente ninguno de nosotros se equivocará si seguimos fielmente las instrucciones precisas de nuestro Amante Padre Celestial.
  • Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó en el Sermón del Monte que existen tres aspectos de la oración: (1) Pedid, cuando solicitamos a Dios las cosas de todos los días, las cosas rutinarias, como el pan cotidiano, etc. (2) Buscad, cuando en una situación dada no sabemos que hacer y necesitamos buscar la guía del Señor. Es buscar el rostro de Dios para que nos dé su santísima revelación. (3) Llamad, esto es cuando tenemos una situación muy grave, como cuando sucede un accidente y necesitamos que el Señor nos conteste de inmediato.
  • En muchas ocasiones nos sentimos confundidos, desorientados, perdidos, es en ese momento cuando debemos buscar el rostro de Dios en oración. ÉL mismo nos invita a hacerlo: "Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra" (2 Crónicas 7:14).
  • Sí. Como Moisés, debemos orar con humillación y sacrificio buscando la sabia dirección de Dios para todos nuestros asuntos, ÉL nos dará su revelación.

2º DEBEMOS ORAR PARA REALIZAR LA INTERCESIÓN. (9:12-29).

  • Dos veces vuelve Moisés a mencionar que estuvo en oración y ayuno por cuarenta días y cuarenta noches para interceder por el pueblo de Israel. (1) Cuando Dios quería destruir al pueblo por haber fabricado el becerro de oro (9:18) y (2) Cuando Dios se volvió a enojar con ellos por no querer entrar a la tierra prometida (9:25). Moisés entendió lo importante que es orar por el pueblo del Señor.
  • Moisés junto con Samuel es reconocido por el mismo Dios como un príncipe de la intercesión: "El Señor me dijo: "Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!" (Jeremías 15:1). (NVI).
  • Y es que nada puede ayudar más a nuestros queridos hermanos que nuestra sencilla oración a favor de ellos.
  • Santiago nos dice que interceder por los demás es eficaz: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho" (Santiago 5:16).
  • El apóstol Pablo también tenía la oración como un medio poderoso de auxilio para los creyentes. Él no cesaba de orar por todos los hermanos.
  • Casi en todas sus epístolas el apóstol testifica que oraba sin cesar, día y noche, por todos los cristianos. A manera de información, he aquí los pasajes: (1) Romanos 1:8. (2) 1 Corintios 1:4. (3) 2 Corintios 13:7. (4) Efesios 1:16. (5) Filipenses 1:4. (6) Colosenses 1:3. (7) 1 Tesalonicenses 1:2. (8) 2 Tesalonicenses 1:3. (9) 2 Timoteo 1:3. (10) Filemón 1:4.
  • Y es que mientras más oremos intercediendo por los demás, más nos pareceremos a nuestro Señor Jesucristo, quien vive rogando por nosotros siempre.
  • ¿Conoce usted algún motivo de oración de sus hermanos en Cristo? ¿Tienen problemas, enfermedades, necesidades? ¡Ore por ellos!
  • Como Moisés ore por el perdón de los pecados, por la salvación de quienes aún no reciben a Cristo, por la edificación de los creyentes. Ore por el pastor de su iglesia, por el liderazgo de la congregación, por los adultos, jóvenes y niños.
  • Moisés oraba, de verdad que oraba. ¡Nosotros hagamos también lo mismo!

3º DEBEMOS ORAR PARA PROCURAR LA RENOVACIÓN. (10:1-11).

  • Nuevamente Moisés hace mención en su discurso al pueblo de Israel que volvió a pasar un periodo de cuarenta días y cuarenta noches en oración y ayuno ahora para recibir de nuevo las tablas de la ley conteniendo los diez mandamientos.
  • Creo que no forzamos el pasaje si le damos la aplicación de renovación espiritual.
  • Cada uno de nosotros debe decir para sí: "Si alguien necesita un avivamiento espiritual soy yo". Y no ha habido ningún avivamiento sin oración.
  • Así que empiece a orar, pero a orar en serio. La oración le conducirá a ese despertar espiritual que tanto anhela y que será de mucho beneficio para todos.
  • Todos necesitamos avivar el fuego del don de Dios que está en nosotros. Todos necesitamos esa poderosa obra del Espíritu Santo en nuestra vida. Hoy somos semejantes a aquel valle de huesos secos que necesitan la vida que sólo el Espíritu de Dios puede dar.
  • Moisés estuvo esos cuarenta días y cuarenta noches en comunión con Dios. Nos dice la Escritura que al bajar nuevamente del monte Sinaí, su rostro resplandecía: "Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios" (Éxodo 34:29). Hago énfasis que la Escritura dice que esto sucedió después que hubo hablado con Dios.
  • Así, nosotros mientras más tiempo estamos con el Señor, más semejantes somos a ÉL, en carácter y en conducta.
  • ¿Cuánto tiempo dedica usted para estar a solas con el Maestro?
  • Nuestro Señor nos invita a ser hombres y mujeres de oración, de mucha oración.
  • No sólo lo necesitamos nosotros, sino también nuestra familia, nuestra iglesia y un mundo cada vez más agonizante en la podredumbre del pecado.
  • ¡Hoy más que nunca necesitamos orar como Moisés y los grandes hombres de Dios! ¡Que el Señor encamine su corazón a una vida de intensa oración! ¡Así sea! ¡Amén!

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