SUBE A MI BARCA SEÑOR

05.12.2022

"SUBE A MI BARCA, MAESTRO"

(JUAN 6:16-21)

(POR PASTOR EMILIO BANDT FAVELA)


LA PRESENCIA DE CRISTO EN NUESTRA VIDA LO RESUELVE TODO.

  • Permítanme iniciar este sermón relatándoles la historia de un himno que ya casi no cantamos, que se encuentra en el himnario azul y que lleva por título "Cariñoso Salvador". Fue escrito por Carlos Wesley, quien junto con su hermano Juan fueron los padres del metodismo. La hermosa letra de este himno nació mientras Carlos realizaba en 1740 un viaje desde Inglaterra hasta la Colonia Británica de Georgia, que hoy es Los Estados Unidos de América; pero durante el viaje se presentó una tremenda tormenta. Esto dio lugar a la preciosa letra de este que es uno de los más famosos de los ocho mil himnos que él escribió. Entre sus versos pueden verse reflejadas notas de paz, seguridad, confianza, que solamente Cristo puede ofrecer. La primera estrofa dice: "Cariñoso Salvador, huyo de la tempestad A tu seno protector, fiándome de tu bondad. Sálvame, Señor Jesús, de las olas del turbión; Hasta el puerto de salud, guía mi pobre embarcación".
  • Quizá, usted se identifica con parte de esta historia. También realiza un viaje, el viaje de su vida; y durante el viaje se presentan diversas tormentas, que no son otra cosa que los problemas, las vicisitudes, las necesidades, las enfermedades, etc.
  • Pero así como el himnólogo sentía la Presencia del Señor a su lado en medio de la tempestad; así usted puede sentir lo mismo si hoy entabla una relación con Jesús.
  • Nuestro pasaje nos presenta una escena similar, donde los protagonistas son los discípulos de Jesús. Ellos también van en una travesía y también enfrentan varios problemas; pero Jesús vino a ellos y todas las cosas se arreglaron.
  • Meditemos juntos en estos versículos bíblicos y veamos lo que sucede cuando le decimos al Señor: "Sube a mi barca, Maestro".

1º VEAMOS LA SITUACIÓN (6:16-19).

  • Dice nuestro pasaje: "Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo".
  • Como podemos ver, los discípulos debían cruzar el Mar de Galilea para llegar a Capernaum. Pero enfrentaron varias dificultades, mismas que podemos comparar con las adversidades que llegan a nuestra vida.
  • (1) Ellos se vieron en medio de la oscuridad.
  • El texto dice que iniciaron el viaje al anochecer, pero cuando se hallaban en pleno mar estaba ya oscuro.
  • Para algunas personas una de las cosas más terribles es estar a oscuras. Muchos tienen pánico a la oscuridad. Conozco personas que no pueden dormir si no hay una luz encendida, aunque sea tenue.
  • Aplicando esta situación a la vida en general, podemos decir que estar a oscuras es cuando, en medio de cierto problema o necesidad, no vislumbramos ninguna luz; ninguna solución, no hay un solo rayito de esperanza.
  • Sin embargo, tenemos la opción de acudir al seno protector de nuestro Salvador.
  • El filósofo, dramaturgo, novelista y periodista político francés Jean Paul Sartré era un declarado escéptico acerca de Dios. En su obra "El Ser y La Nada" escrita en 1943, decía que el ser humano debe rebelarse contra toda autoridad, sea ésta la moral tradicional o la fe religiosa, para poder ser verdaderamente libre. Su teoría era que si el hombre depende de Dios para la solución de sus problemas, entonces no es completamente libre. Para Sartré, el ser humano debe confiar en su poder creativo más que en Dios. Sin embargo, tal vez agobiado por las enfermedades y especialmente por la ceguera, se suicidó el 15 de abril de 1980 en su casa en París.
  • Y es que el hombre no puede solucionar todas las cosas por sí solo. Los filósofos nos invitan a confiar en el hombre, la Palabra del Señor nos invita a confiar en Dios. Está visto que el hombre falla; por otro lado, está comprobadísimo que Dios nunca falla. Nosotros debemos tomar una decisión adecuada: Confiar en Dios.
  • (2) Ellos se vieron en medio de la soledad.
  • Pues dice el texto que ellos estaban solos, en medio de la mar, pues Jesús aún no había venido a ellos.
  • Otra de las cosas que más nos impacta es sentirnos solos. Cuando percibimos que nadie nos ayuda, nadie nos tiende la mano, nadie nos acompaña; estamos solos.
  • Chihuahua se posiciona como el cuarto estado de la República con mayor cantidad de suicidios. De todo el estado, Juárez es la ciudad donde suceden más suicidios. La mayoría de los suicidas son hombres entre los 15 y los 29 años de edad. Las principales causas: La pobreza, el abandono, la soledad y la violencia.
  • La soledad es una mala consejera. Pero usted puede venir a Jesús hoy mismo y no se volverá a sentir que está solo. Bajo toda circunstancia el Señor le dirá: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10). Pero necesita venir a Cristo hoy.
  • (3) Ellos se vieron en medio de la tempestad.
  • Dice el texto: "Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba".
  • La tormenta no era de lluvia torrencial, sino de viento. El viento levantaba el agua del mar y ésta caía dentro de la frágil embarcación.
  • El mar de Galilea tiene una extensión de norte a sur de 21 kms. y de este a oeste 11 kms. Pero a veces, los vientos que ahí soplan pueden levantar olas de hasta dos metros de altura que pueden cubrir y volcar fácilmente una embarcación pequeña. Los discípulos de Jesús, se encontraban en serias dificultades.
  • La Biblia dice en otros pasajes paralelos a éste que los discípulos remaban con todas sus fuerzas tratando de alcanzar la otra orilla, pero era infructuoso. El fuerte viento les era contrario. Dice nuestro texto que solo habían avanzado unos 25 o 30 estadios. Un estadio equivale a 180 metros, así que habían avanzado en unas diez horas de estar bogando ni siquiera la mitad de la travesía.
  • A veces nos parece que estamos en esas mismas condiciones. Remamos con toda nuestra fuerza pero no avanzamos mucho porque los vientos son contrarios. Y al estar así, nos parece que Dios no ve, no mira, no considera nuestra situación.
  • Pero eso no es verdad. Lo cierto es que nuestro Dios está más que atento a nuestra condición y con su mano extendida ofreciéndonos su ayuda.
  • Solo tenemos que mirar hacia ÉL para ser salvos. Hay un hermoso pasaje en los profetas que dice: "Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más" (Isaías 45:22).
  • Usted solo tiene que mirar hacia Jesús y será salvo. ¿Lo hará usted hoy mismo?

2º VEAMOS LA SOLUCIÓN (6:19-21).

  • La última parte del verso 19 y el resto del pasaje dicen: "... vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban".
  • Los discípulos nada podían hacer para solucionar sus problemas. Tuvieron que esperar la intervención del Todopoderoso Señor del Universo.
  • (1) Jesús se acercó.
  • Jesús se acercó a ellos. Aunque para ello tuvo que caminar sobre las aguas del mar. & Lo cierto es que el Señor se acerca a usted y le llama. Escuche ahora su dulce voz: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). Otra palabra de ÉL dice: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (Apocalipsis 3:20).
  • ¿Puede escuchar ahora su tierna voz? Los bautistas cantamos un himno que dice: "¡Cuán tiernamente Jesús hoy nos llama! Cristo a ti y a mí. Él nos espera con brazos abiertos; Llama a ti y a mí. Venid, venid, si estáis cansados, venid; ¡Cuán tiernamente nos está llamando! ¡Oh pecadores, venid!" & (2) Jesús les habló.
  • Dice nuestro texto que solo les dijo: "Yo soy, no temáis". Como ellos se llenaron de temor, Jesús les habló para consolarlos. "yo soy" es una palabra de identificación.

"no temáis" es una palabra de exhortación y de motivación.

  • ¿Puede escuchar palabras como éstas aun en medio de la oscuridad de su noche?
  • El pavor por la oscuridad; el desconsuelo por la soledad; la desesperanza por la tempestad y aún el temor, todo se convirtió en mucho gozo cuando recibieron al Maestro en su barca. Y ellos llegaron enseguida al lugar a donde iban.
  • Invite a Cristo a subir a la barca de su vida. Dígale ahora mismo: "Sube a mi barca, Maestro". ¡Todo cambiará en su vida! ¡Así sea! ¡Amén!


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