POR QUÉ MI BARCO NO PUEDE HUNDIRSE

24.10.2022

"¿POR QUÉ NO PUEDE HUNDIRSE MI BARQUILLA?"

(MATEO 8:23-27)

(POR EL PASTOR EMILIO BANDT FAVELA)

DIOS ESTÁ CON NOSOTROS.

  • Aunque el Mar de Galilea es en realidad un lago y es relativamente pequeño, pues mide veintiún kilómetros de largo por once de ancho y su profundidad apenas puede llegar a los cuarenta y ocho metros, tiene un caudal de agua poco común.
  • Yace doscientos ocho metros bajo el nivel del mar y está rodeado de montañas de las cuales a veces descienden corrientes de viento que hacen levantar las olas del lago hasta siete metros de altura. Esas tormentas de viento son sorpresivas pues no hay nubes o algo más que presagie tormenta y que dé lugar a la prevención.
  • En nuestro pasaje encontramos a los discípulos del Señor atrapados de repente en una de esas tempestades de viento y el peligro era grande.
  • A pesar de que los discípulos habían sido testigos de muchos milagros, se llenaron de pánico en medio de esa situación. Sabían que sus vidas corrían peligro y tuvieron temor aún cuando el Maestro iba con ellos. Ellos olvidaron que ÉL puede hacerse cargo de cualquier circunstancia por muy dificultosa que parezca.
  • Así como sucedió a los apóstoles, hay momentos en nuestra vida que nos parece que Dios no puede obrar, y lo que es peor, llegamos a pensar que no va a obrar.
  • Olvidamos que así como ÉL tiene poder para calmar los elementos naturales, así puede calmar las tormentas de todo corazón atribulado.
  • Aunque haya tempestades que bramen en nuestra vida, ÉL puede hacer cesen y que reine la paz. Y lo que es más importante: ÉL está dispuesto a ayudarnos.
  • Meditemos juntos ¿Por qué no se puede hundir mi barca?

1º PORQUE PUEDO ORAR Y CONFIAR EN ÉL. (8:23-25).

  • Aquellos discípulos angustiados rogaron a Jesús: "Señor, sálvanos que perecemos".
  • De la misma manera, nosotros podemos venir ante el Señor, presentarnos ante el trono de su gracia y orar y pedir su misericordia para con nosotros.
  • Y Dios escucha las oraciones. ÉL promete contestarlas: "Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido" (Juan 16:24).
  • Nuestro Dios nos llama a orar cuando estamos en severa tribulación: "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces" (Jeremías 33:3). Notemos tres cosas aquí: (1) Que Dios nos invita a orar. (2) Que Dios se compromete a responder a la oración. (3) Que Dios nos promete bendecir nuestra oración.
  • A veces pensamos que las cosas ya no tienen remedio, que han enfermado tanto que ya no hay sanidad. Pero precisamente, una de las cosas que Dios promete en este pasaje de Jeremías es enviar sanidad y medicina y curación: "He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad" (Jeremías 33:6).
  • Otras veces nos parece que ya muchas cosas han muerto.Hay matrimonios que llegan a creer que ya murió el amor, el cariño, la confianza. Pero déjenme decirles que nuestro Dios es Poderoso aún para levantar de entre los muertos.
  • Uno de los pasajes que más me llama la atención es aquel donde se le pide a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac. El patriarca obedece y dice la Escritura que lo hizo porque sabía y confiaba en que Dios es poderoso para levantar de entre los muertos: "Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir" (Hebreos 11:17-19). Y es que de nuestro Señor es la resurrección, ÉL puede volver a la vida lo que ha muerto en nosotros o en nuestros seres queridos. Así, de la misma manera como lo hizo con aquellos huesos secos en el valle.
  • Y es que la verdad es que para nuestro Dios, nada es imposible, ni siquiera difícil: "¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo" (Génesis 18:14).
  • Uno de mis pasajes favoritos es: "Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios" (Marcos 10:27).
  • El poder que calmó aquella tormenta puede calmar también cualquier tormenta.

2º PORQUE JESUCRISTO VA EN LA MISMA BARCA. (8:26-27).

  • Sí. El Señor Jesucristo va en la misma barca que yo, por eso no se puede hundir.
  • Tenga usted la plena seguridad que ÉL no lo permitirá.
  • Su misericordia es infinita. ÉL lo dijo de sí mismo ante Moisés: "Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado..." (Éxodo 34:6-7).
  • Por favor, llene su corazón de esta seguridad: Dios volverá a tener misericordia de nosotros. Dice otro pasaje: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad" (Lamentaciones 3:22-23).
  • Y el Señor le ama. Le ama con un amor inigualable, tierno, compasivo, amable, infinito, inmenso, irresistible. Dice otro precioso pasaje: "Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia" (Jeremías 31:3).
  • Usted puede decir: "Pero es que yo he cometido muchos pecados, ¿Cómo dice que mi barca no se puede hundir si me he portado tan mal?
  • Porque la relación Padre - hijo no cambia jamás. Porque nada nos puede separar del amor de Dios. Dice el apóstol Pablo: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:38-39).
  • Porque Dios es tan misericordioso y compasivo que perdona todo el pecado y toda la maldad y nos prolonga su gracia y su benevolencia: "Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo" (Salmo 103:8-14).
  • Y ÉL nos consuela mientras pasa la noche tenebrosa y oscura: "Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida" (Salmo 42:8).
  • Sí.Dios está con nosotros. El salmo 46 que conocemos como "Dios es nuestro amparo y fortaleza" en el original hebreo se llama "Dios está con nosotros".
  • Para usted también es la promesa hecha a Josué por boca de Moisés: "Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides" (Deuteronomio 31:6,8).
  • Sí. Nuestro Dios peleará las batallas por nosotros. Así lo hizo con Israel cuando se enfrentaron al ejército egipcio que aún en medio del Mar Rojo los perseguían: "y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios" (Éxodo 14:25). Así lo hizo cuando enfrentaron a poderosos gigantes y los vencieron: "No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros" (Deuteronomio 3:22). Y así fue cuando Josué enfrentaba a los fuertes ejércitos cananeos. Dios fue capaz de aún detener el sol para que su pueblo obtuviera la victoria. No hubo un solo rey que los israelitas no derrotaran porque Dios peleaba sus batallas. "Todos estos reyes y sus tierras los tomó Josué de una vez; porque Jehová el Dios de Israel peleaba por Israel" (Josué 10:42).
  • ¡Que Dios encamine su corazón a confiar y esperar en el Señor! ¡ÉL no permitirá que por ningún motivo su barca se hunda! ¡Así sea! ¡Amén!

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar