EN DIOS CONFIAMOS

"EN DIOS CONFIAMOS"

(JEREMÍAS 17:7-8)

(POR PASTOR EMILIO BANDT FAVELA)

BIENAVENTURADO TODO AQUEL QUE CONFÍA EN DIOS.

• Fue por iniciativa de un ministro evangélico, el pastor M. R. Watkinson de Ridleyville, Pennsylvania, EUA, quien escribió una carta al Secretario del Tesoro Salmon P. Chase fechada el 13 de noviembre de 1861 donde le decía que se debía reconocer a Dios en las monedas del país. Agregaba que de aprobarse su iniciativa esto "aliviaría [al país] de la ignominia del paganismo y los colocaría abiertamente bajo la protección Divina". Chase, a su vez, escribió otra carta a James Pollock, director de la Casa de Moneda de Filadelfia, fechada el 20 de noviembre de 1861 donde le decía: "Ninguna nación puede ser fuerte, excepto en la fuerza de Dios, o segura, excepto en su defensa. La confianza de nuestro pueblo en Dios debe ser declarada en nuestras monedas nacionales".
• El Congreso recibió las solicitudes y fue hasta el 22 de abril de 1864 que se aprobó incluir en las monedas el lema "En Dios Confiamos" la cual apareció ese mismo año en las monedas de dos centavos. Posteriormente se incluyó en todas las monedas y billetes. El 30 de julio de 1956, el presidente Eisenhower firmó la resolución que "En Dios Confiamos" fuera el lema nacional de los Estados Unidos.
• Y es que, confiar en Dios es lo mejor que podemos hacer, sobre todo, cuando no conocemos lo porvenir. Al hacer nuestra entrada en este nuevo año, no sabemos lo que sucederá, pero sí podemos confiar en Dios.
• En el contexto de nuestro pasaje, el Señor recrimina a su pueblo porque ante la amenaza de los babilónicos acuden a otras naciones como los asirios y los egipcios para que les ayuden a defenderse. Dios les dice en forma muy severa que es maldito el que confía en el hombre y en cambio, es bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
• Meditemos juntos en estos versículos bíblicos y veamos las bendiciones que tiene todo aquel que verdaderamente confía en Dios.

1º EL QUE CONFÍA EN JEHOVÁ TENDRÁ FIRMEZA (17:7-8a).

• Empieza diciendo nuestro profeta: "Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas que junto a la corriente echará sus raíces...".
• En muchísimas ocasiones la vida cristiana es comparada con un árbol. Da la idea de frescura y firmeza. Dios quiere que nuestra vida sea así, de bendición para otras vidas y de firmeza y estabilidad para con Dios.
• La figura de un árbol plantado junto a corrientes de aguas nos dice de un árbol que florece en todo su esplendor, firme, estable, bien arraigado.
• Dios quiere vernos como los árboles conocidos como robles, que son fuertes y soportan cualquier tipo de tempestad. Mientras más temporales soporten, más fuertes son. También quiere que seamos como la palmera que es firme y que ningún viento, por muy fuerte que sea puede quebrar. La palmera puede doblarse pero jamás se quiebra. La Biblia dice: "El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano" (Salmo 92:12).
• Nuestro Señor quiere hijos fuertes a los cuales ningún viento de doctrina los hacen tambalear; ni tampoco las dudas, ni las decepciones, ni las pruebas, ni los ataques.
• Hay un hermoso texto en el Nuevo Testamento que dice: "Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias" (Colosenses 2:7).
• Así desea vernos nuestro Señor: (1) Arraigados, es decir, con raíces profundísimas que den firmeza y estabilidad al árbol. (2) Sobreedificados, es decir, con un grande crecimiento hacia arriba y (3) Confirmados, es decir, con un tronco fuerte y grueso que nada, ni nadie, puede derribar.
• Dios quiere que seamos cristianos fuertes, no debiluchos, no cristianos bebés, que se desaniman, que se van, que se sienten, que se ofenden, que son frágiles.
• Si confiamos en Dios seremos como árboles plantados junto a las corrientes de las aguas que echan fuertes raíces.
• Déjenme contarles del árbol del tule, que se encuentra en Santa María del Tule, Oax. Es un ahuehuete de 58 metros de circunferencia y 42 metros de altura. Se necesitan treinta personas tomadas de las manos para abarcar su tronco y 500 personas caben bajo su sombra. Tiene una antigüedad de más de 2,000 años.
• Yo creo que Dios quiere que cada uno de nosotros crezca así, como unos gigantes en la fe de Jesucristo.

2º EL QUE CONFÍA EN JEHOVÁ TENDRÁ RESISTENCIA (17:8b).

• Continúa nuestro profeta diciendo: "... y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará...". & Con las palabras calor y sequía Jeremías desea representar todo tipo de calamidad.
• Primero veamos algo sobre el calor. En las tierras bíblicas había lo que se llama el viento solano. Este era un viento que recorría todo el desierto y se convertía en una brisa ardiente, capaz de matar a su paso plantas, animales y personas que no estuvieran lo suficientemente fuertes para resistirlo. Dice la Biblia que este viento tan caliente aún podía partir las embarcaciones: "Con viento solano quiebras tú las naves de Tarsis" (Salmo 48:7).
• Pero el árbol plantado junto a las corrientes de aguas no verá (es decir, no sentirá) cuando viene el calor. Así, el creyente que tiene su confianza totalmente en Dios no verá cuando vengan las calamidades o las aflicciones.
• Ahora, sequía es otra palabra que representa fuerte adversidad. En cierta ocasión el Señor advirtió a su pueblo que si se obstinaban en pecar, les enviaría una fuerte sequía: "Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce" (Levítico 26:19).
• Sequía parece indicar no solo la falta de bienes materiales, sino la ausencia total de bendiciones celestiales. El capítulo 28 de Deuteronomio es muy interesante. Se compone de 68 versículos que se dividen en dos partes: (1) Las bendiciones de la obediencia y (2) Las consecuencias de la desobediencia. Dentro de éstas últimas Dios menciona la sequía: "Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas" (Deuteronomio 28:22).
• Pero si nosotros confiamos en Dios no veremos cuando venga el calor, ni en el año de sequía tendremos estrago.
• Ahora permítanme platicarles de otro árbol que se le ha llamado "árbol de la vida", no confundirlo con el que menciona la Biblia; se le ha llamado así porque está ubicado en medio del desierto en Baréin y está a kilómetros de cualquier otro organismo vivo o alguna fuente de agua. Es un árbol de 400 años de edad, cuyas raíces miden más de 160 metros, por lo que es resistente en los climas más áridos.
• Dios quiere cristianos resistentes, que no se parten cuando vienen las tribulaciones.

3º EL QUE CONFÍA EN JEHOVÁ TENDRÁ FRUTO (17:8c).

• Termina nuestro profeta: "... ni dejará de dar fruto".
• Por fruto aquí se entiende tanto el carácter como el servicio del cristiano.
• Para algunos, fruto es todo lo que es realmente bueno. Para otros, es todo aquello que puede soportar la mirada de santidad de Dios y aún puede permanecer. Otros lo definen como todo aquello que es agradable a Dios. Agustín de Hipona decía que fruto es la capacidad moral del hombre para hacer lo que es bueno.
• El fruto que el Labrador Divino espera es que cada uno de nosotros sea más semejante a Cristo tanto en carácter como en conducta. Y esto es un resultado normal de la fe y la entrega al Salvador y de obedecer su Santa Palabra.
• Según nuestro Señor Jesucristo en sus enseñanzas de Juan capítulo quince, hay cinco niveles de fruto espiritual: Nuestro Señor va en forma ascendente cuando habla de fruto: (1) No fruto (15:2a); (2) fruto (15:2b); (3) más fruto (15:2c); (4) mucho fruto (15:8) y (5) fruto permanente (15:16).
• Ahora les platico de otro árbol de origen tropical que se llama Panapen. Este árbol da un fruto delicioso que se conoce como el maná del cielo, porque con ese fruto se puede hacer pan. En inglés se llama "breadfruit" o pan de fruta; también se conoce como pan de los pobres o panapen.
• Los cristianos estamos aquí para dar fruto y ser de bendición a los demás. Los que confían en Jehová darán su fruto a su tiempo. ¿Y cuáles son los frutos que produce un cristiano? Pablo los menciona: "Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley" (Gálatas 5:22-23).
• ¡Que el Señor encamine nuestro corazón para confiar siempre en nuestro Dios y seamos así cristianos fuertes, bien arraigados en nuestra fe; cristianos resistentes que no decaen en su fidelidad y cristianos productivos que dan buen fruto, fruto espiritual abundante y permanente! ¡Así sea! ¡Amén!